4.9.10

Buda & Cristo . camino a la UNIDAD ∞ .






Arte : Kat Imix ∞ .


El Buddha


El Buddha vino aproximadamente quinientos años antes del Cristo. El Buddha respondió a los interrogantes de Su época impartiendo las Cuatro Nobles Verdades que se refieren eterna y satisfactoriamente a los por qué del hombre. El Buddha vino y personificó en Sí mismo la divina cualidad de la sabiduría; fue la manifestación de la luz, el Instructor del camino de la iluminación. Demostró en Sí mismo los procesos de la iluminación y llegó a ser “El Iluminado”. Luz, sabiduría, razón, como atributos divinos, a la vez que humanos, se enfocaron en el Buddha. Instó al pueblo a seguir el sendero de la Iluminación, cuyos aspectos evidentes son sabiduría, percepción mental e intuición.

Innumerables millones de personas a través de las edades Lo han reconocido como Portador de Luz desde lo alto. Sus Cuatro Nobles Verdades expusieron las causas de la dificultad humana y señalaron la cura. Su mensaje puede ser parafraseado en las siguientes palabras: Cesen de identificarse con las cosas materiales; adquieran un exacto sentido de los valores espirituales; cesen de considerar las posesiones y la existencia terrestre como de principal importancia; sigan el Noble Óctuple Sendero, el sendero de las rectas relaciones -rectas relaciones con Dios y entre sí-, así serán felices. Los pasos de este sendero son: correctos valores, correcta aspiración, correcta palabra, correcta conducta, correcto modo de vivir, correcto esfuerzo, correcto pensar, correcto arrobamiento o felicidad.

Su antiguo Mensaje es tan nuevo hoy como lo fue cuando pronunció Sus palabras en la Tierra; hay una necesidad imperiosa de que se reconozca Su verdad y se sigan los “ocho modos correctos de vivir”, que permitirán a la humanidad alcanzar la liberación. Sobre los cimientos de Su enseñanza Cristo erigió la superestructura de la hermandad del hombre, para constituir una expresión del Amor de Dios. Hoy, al observar al mundo, la humanidad tiene una nueva oportunidad para rechazar los móviles y la filosofía egoísta materialista e iniciar esos procesos que -constante y gradualmente- traerán su liberación. Entonces los hombres podrán hollar el Camino Iluminado que conduce de vuelta a la divina Fuente de luz y amor.

El Buddha pudo señalar la meta e indicar el Camino porque había realizado la plena iluminación; el Cristo fue el ejemplo de Aquel que alcanzó la misma meta; el Buddha abandonó el mundo después de alcanzar la iluminación; el Cristo volvió a nosotros, proclamándose la Luz del Mundo y nos mostró que podríamos también aprender a hollar el Camino Iluminado.



El Cristo


El Instructor del Mundo es ese gran Ser que los cristianos denominan Cristo. En Oriente es conocido como el Bodhisattva y el Señor Maitreya, y por los devotos mahometanos, como el Iman Madhi. Ha presidido los destinos de la vida desde el año 600 a.C.; es Quien apareció entre los hombres y a Quien se espera nuevamente. Es el gran Señor de Amor y Compasión, así como su predecesor, Buddha, fue el Señor de Sabiduría.

Es el Instructor del Mundo, el Maestro de Maestros y el Instructor de Ángeles, y se Le ha confiado la guía de los destinos espirituales de los hombres y el despertar del reconocimiento de que cada ser humano es una criatura de Dios y un hijo del Altísimo.

El Instructor del Mundo dirige esa conciencia inmanente en su aspecto vida o espíritu, tratando de energetizarla dentro de la forma, para ser ésta descartada a su debido tiempo, y el espíritu liberado volver a su origen. Desde que dejó la Tierra, como dice con relativa exactitud la Biblia (aunque con muchos errores en los detalles), siempre ha permanecido con los hijos de los hombres. Nunca nos ha abandonado, sino en apariencia, y quienes conocen el camino pueden hallarlo en cuerpo físico en los Himalayas. Conoce a todos los buscadores, y aunque no tengan conciencia de Él, la luz que de Él afluye estimula sus deseos, fomenta la chispa de vida naciente y espolea al aspirante hasta el amanecer del gran día en que se enfrente con Aquel Que “al ser ascendido” -entendido esotéricamente- que atraerá hacia Sí a todos los hombres, como Iniciador de los sagrados misterios.

Durante dos mil años ha sido el Guía supremo de la Iglesia Invisible, la Jerarquía espiritual, compuesta de discípulos de todos los credos. Reconoce y ama a quienes no son cristianos, pero mantiene su lealtad a los Fundadores de sus respectivas religiones, Buddha, Mahoma, y otros. No le interesa el credo que profesen, sino su objetivo, el amor a Dios y a la humanidad. Si los hombres buscan al Cristo que dejó a Sus discípulos hace siglos, fracasarán y no reconocerán al Cristo que está en proceso de retornar. El Cristo no tiene barreras religiosas en Su conciencia, ni le da importancia a la religión que profesa el hombre.

Las iglesias han puesto el énfasis y aún lo hacen, sobre el Cristo muerto. Los hombres han olvidado que Él vive, aunque durante la Pascua aparentan reconocer esta esperanza y creencia, debido en gran parte a que Su resurrección garantiza “nuestra propia resurrección, y porque Él vive, también viviremos nosotros”. No se le da la debida importancia a Su vivencia y a Su presencia hoy, aquí y ahora en la tierra, excepto cuando se generaliza en forma vaga y superficial. Los hombres han olvidado que el Cristo que vive con nosotros en la tierra, rodeado por Sus discípulos, los Maestros de Sabiduría, es accesible para quienes se acerca a Él en forma correcta, salvando a los hombres por la fuerza de Su ejemplo.

La futura religión mundial hará resaltar tales verdades; proclamará la vida y no la muerte; enseñará cómo se logra la realización del estado espiritual por medio de la vida espiritual, y la realidad de la existencia de quienes lo han logrado y trabajan con el Cristo para ayudar y salvar a la humanidad. La realidad de la existencia de la Jerarquía espiritual de nuestro planeta; la capacidad del género humano para ponerse en contacto con Sus miembros y trabajar en colaboración con Ellos, y la existencia de Aquellos que conocen cuál es la Voluntad de Dios y pueden trabajar inteligentemente con Ella, tales son las verdades sobre las cuales se basará la futura enseñanza espiritual.

Buddha y Cristo, Jerarquía, Humanidad y Shamballa, formarán parte de la nueva y futura religión mundial, y que el tema de los Grandes Acercamientos constituirá el fundamento básico de la futura enseñanza espiritual. Esto también deben tenerlo presente, porque el trabajo que se les pide realizar en las dos Lunas llenas venideras y durante las menos importantes Lunas llenas del año, está relacionado no sólo con la emergencia actual, sino también en forma constructiva con la futura creencia de la humanidad. Tengan también esto presente.



La Celebración de Wesak


El Festival de Wesak se ha celebrado durante siglos en el conocido valle de los Himalayas (créase o no). Asimismo…el Festival de Wesak ha sido celebrado durante largo tiempo en muchos países, y a medida que pasa el tiempo y avanza la instrucción de las masas, la reunión mantenida en el momento de la Luna llena de Tauro, asumirá gran importancia, pero su nota clave cambiará. Como ya he señalado, su significación y la del Viernes Santo pertenecen al pasado, y su utilidad casi ha llegado a su fin. La intención del Buddha y del Cristo es que en cada país haya oportunamente alguien que actúe como Sus Representantes en el momento de los dos Festivales, para que la distribución de la energía espiritual desde el primer gran Aspecto o Rayo, sea directa, del Buddha (y luego desde Shamballa) al Cristo, y del Cristo a esos discípulos en todos los países que pueden ser influidos y actúan como canales para la corriente directa de energía.

Hemos llegado al momento más importante del año. Dos momentos así tendrán lugar este año, reforzándose mutuamente, la Luna llena de mayo (Tauro) y la Luna llena de junio (Géminis). Quisiera que recuerden que tiempo y energía son términos intercambiables en los planos internos. El tiempo es un acontecimiento, y un acontecimiento es la expresión enfocada de una fuerza de cierto tipo o clase. Dos grandes corrientes de energía -una enfocada por intermedio del Buddha, la otra por el Cristo- deben ser fusionadas y mezcladas, y la tarea de los discípulos, los iniciados y los discípulos aceptados del mundo, es precipitar esta energía combinada sobre el mundo expectante, donde su aplicación efectiva dependerá ampliamente de la respuesta sensible de los aspirantes del mundo, los cuales residen en todos los países, siendo su tarea reaccionar a la corriente de energía dirigida.

En Occidente, los esoteristas van acrecentando su énfasis sobre la Luna llena de Tauro, el Festival del Buddha, celebrado en el momento justo en que hace Su contacto anual con la humanidad; este énfasis aumentará en los años venideros, y no ha sido establecido para imponer el reconocimiento del Buddha en Occidente. Han habido dos razones principales para realizar este esfuerzo desde 1900. Una fué el deseo de la Jerarquía de llamar la atención al público sobre la realidad de los dos Avatares, el Buddha y el Cristo. Ambos pertenecen al segundo Rayo de Amor-Sabiduría; fueron los primeros de nuestra humanidad que llegaron como Avatares humano-divinos y personificaron en Sí ciertos Principios cósmicos, a los cuales dieron forma. Buddha personificó el Principio de la Luz y, a causa de esta iluminación, la humanidad pudo reconocer a Cristo, Que personificó un Principio mayor aún, el del Amor. Lo que debe tenerse presente es que luz es sustancia y el Buddha demostró la consumación de la sustancia -la materia como medio de la Luz-, de allí su nombre de “el Iluminado”. Cristo personificó la subyacente energía de la Conciencia. Uno demostró la cima de la realización del tercer aspecto divino; el otro la del segundo aspecto, y ambos presentan un Todo perfecto. La segunda razón fue iniciar, como dije anteriormente, el tema de la nueva religión mundial. Este tema subyacerá oportunamente en todas las observancias religiosas, colorará todos los acercamientos al centro divino de la vida espiritual, dará la clave para todos los procesos de curación y -empleando la luz científicamente- regirá todas las técnicas para crear una unidad y una relación consciente entre el hombre y su alma, y entre la humanidad y la Jerarquía.


http://www.mundonuevo.cl/blog/articulos/buddha-cristo-y-wesak/

No hay comentarios:

Publicar un comentario